El reciente recrudecimiento de las enfermedades infecciosas que comenzó a captar la atención de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de los organismos nacionales responsables de la sanidad en la década de 1980, se atribuye a menudo al notable aumento de la tasa de desforestación y desmonte.
Con la incorporación de un modelo productivo basado en el monocultivo de soja y maíz transgénicos en forma extensiva en el año 1996 se produce un aumento inusitada en la tasa de desaparición por tala de bosques nativos y montes en todo el país, principalmente para extender estos cultivos a esos territorios o para instalar allí aquellas actividades que fueron desplazadas por la soja (principalmente la ganadería).
La Ley de Bosques nacional exige a las provincias legislar y cuidar los bosques y montes como patrimonio común de la sociedad, pero la tasa de desmonte no cede, es más se incrementa año a año. Santiago del Estero con 1 millones de hectáreas (h), Chaco y Salta con 500.000 h cada uno y Tucumán con 200.00 h son ejemplos claros de la extensión del agronegocio sobre el monte y bosque nativo, en estas provincias ingresó la soja y el maíz transgénico desplazando cultivos regionales algunas veces, pero principalmente ocupando “nuevos” espacios.
Córdoba tiene hoy 5.5 millones de h con soja y 1,5 con maíz, hace 100 años el bosque nativo cubría el 75% de la superficie, hoy solo el 5% son bosques y pretenden terminar de destruirlo para ocupar esa extensión con ganadería, minería y emprendimientos inmobiliarios. Son las zonas rojas y amarillas de este mapa:
Funciones de los Bosques
Mucho se conoce de los distintos “servicios” ecosistémicos que desarrollan los bosques y montes para renovar las condiciones de supervivencia de la naturaleza (incluyendo a nuestra especie). Principalmente su función “pulmonar” del aire ambiente, consumiendo CO2 y liberando O2. Su función depuradora del agua al fijar sustancias toxicas (metales pesados, radionucleótidos, etc) y conservadora del agua. Su rol en el cambio climático en curso ya nadie discute, los bosques impiden o demoran el calentamiento global. La biodiversidad es resguardada y preservada en los montes como si fueran santuarios de la naturaleza, biodiversidad que es vital para las ciclos biológicos integrados entre distintas y múltiples especies de plantas, insectos y animales (incluidos humanos); los montes son el refugio de los polinizadores que permiten las reiteraciones de los ciclos de la vida en la naturaleza; los montes resguardan plantas medicinales.
Es decir que los Bosques y Montes son aire puro, son agua pura, son temperatura o clima apto para la vida, son equilibrio y complementariedad entre las especie (ecología), los bosques son salud.
Amenazas a la Salud que genera el desmonte
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) a dedicado una edición de su journal al tema “Los bosques y la salud humana” y en este expresa: “Un número cada vez mayor de estudios sobre enfermedades infecciosas emergentes señala a las alteraciones producidas en la cubierta vegetal y en la utilización de la tierra, entre ellas, los cambios de la cubierta forestal (en particular, la deforestación y la parcelación de los bosques) junto con la urbanización y el aumento de la actividad agrícola como principales factores contribuyentes a la aparición de enfermedades infecciosas. Efectivamente, el aumento actual coincide con el ritmo acelerado de deforestación tropical en las últimas décadas. Hoy en día, tanto la deforestación como las enfermedades infecciosas emergentes siguen asociándose en gran parte con las regiones tropicales pero con repercusiones que se extienden a nivel mundial”(B.A. Wilcox y B. Ellis . http://www.fao.org/docrep/009/a0789s/a0789s03.htm). Estos autores, en un interesante artículo, desarrollan el vínculo entre desmonte y la aparición de enfermedades infecciosas, destacando este cuadro a modo de resumen.
Ejemplos de enfermedades infecciosas emergentes asociadas a los bosques
Agente/enfermedad | Distribución | Huéspedes y/o reservorios | Transmisión | Mecanismos emergentes posibles |
Virus | ||||
Fiebre amarilla | África, América del Sur | Primates no humanos | Vector | Deforestación y expansión de asentamientos en los márgenes de los bosques Caza Recogida de leña y agua Adaptación de los vectores y patógenos |
Dengue | Pantropical | Primates no humanos | Vector | Mosquito vector y adaptación del patógeno Urbanización y programas de lucha antivectorial ineficaces |
Chikungunya | África, océano Índico, Asia sudoriental | Primates no humanos | Vector | Adaptación de vector y patógeno |
Oropouche | América del Sur | Primates no humanos; otros | Vector | Viajes por los bosques Alteraciones de la composición del vector |
Virus de inmunodeficiencia de los simios (VIS) | Pantropical | Primates no humanos | Directa | Deforestación y expansión de la población en los bosques Caza y destace de la fauna silvestre del bosque Adaptación del patógeno |
Ébola | África | Primates no humanos; murciélagos | Directa | Caza y destace Explotación forestal Brotes en los bordes del bosque Agricultura Alteración de la fauna natural |
Virus Nipah | Asia meridional | Murciélagos; cerdos | Directa | Producción porcina y frutícola en los márgenes del bosque |
SARS | Asia sudoriental | Murciélagos; civetas | Directa | Aprovechamiento, comercialización y entrecruzamiento de murciélagos y civetas Comercio de especies silvestres para el consumo humano |
Rabia | Mundial | Perros; murciélagos; otra flora y fauna silvestres |
Directa | Expansión de la población humana en el bosque |
Garrapata de la fiebre de las montañas Rocosas | América del Norte | Garrapatas | Vector | Expansión de la población humana en el bosque Recreación en el bosque |
Protozoos | ||||
Paludismo | África, Asia sudoriental, América del Sur |
Primates no humanos | Vector | Deforestación, alteración del hábitat beneficioso a la reproducción de mosquitos Expansión de la población humana en el bosque; paludismo de primates no humanos entre los seres humanos |
Leishmaniasis | América del Sur | Varios mamíferos | Vector | Expansión de la población humana en el bosque Adaptación de vectores zoofílicos Alteración del hábitat, construcción de viviendas cerca de los márgenes del bosque Deforestación Adaptación de los ciclos zoonóticos de trabajadores forestales vulnerables |
Enfermedad del sueño | África central y occidental | Seres humanos | Vector | Expansión de la población humana en el bosque; incidencia de las enfermedades asociadas con los márgenes del bosque |
Bacterias | ||||
Piroplasmosis | América del Norte, Europa | Seres humanos; flora y fauna silvestres |
Vector | La enfermedad a menudo se halla en las garrapatas de las zonas boscosas |
Enfermedad de Lyme | Mundial | Seres humanos; ciervos; ratones |
Vector | Posible asociación con la deforestación y la fragmentación del hábitat Trabajadores del sector con elevado riesgo de contraer la enfermedad |
Leptospirosis | Mundial | Roedores | Indirecta | Alteración e inundación de la cuenca hidrográfica |
Helmintos | ||||
Eccinococcus multiocularis | Hemisferio norte | Zorros; roedores; pequeños mamíferos |
Directa | Deforestación Aumento del número de zorros y roedores Excedente de patógenos de los perros Expansión de la población humana en el bosque; exposición de la población susceptible |
Dentro de este cuadro encontramos a Dengue y Chikungunya (al que debemos agregar más recientemente al Zika).
El Dengue se presentó en Argentina con una masiva epidemia en el año 2009, miles de enfermos, algunos muertos. La zona central de la epidemia se localizó en la ciudad de Charata, en el sur-oeste del Chaco. La realidad es que la zona rural de Charata estaba conformada en el año 1995 por 60% de bosques y 40% de parcelas agrícola-ganaderas, principalmente con algodón.
En el año 2009 Charata tiene en sus 50.000 h que la rodean 80% de soja y menos de 15% de bosque preservado; la población de pequeños campesinos y trabajadores del algodón y pequeñas chacras fue desplazado de la zona rural y se agolpa en la periferia de Charata en barrios sumamente precarios. El impacto social de nuevo sistema productivo adoptado (monocultivo de soja) y el desequilibrio ecológico producido en el monte promovieron las principales causas en la generación de la epidemia que se expandió por todo el país.
El mosquito aedes aeyipti está presente en casi todo el país y podemos verificar también como ante su presencia se resalta la ausencia de sus predadores naturales (otros insectos, aves, peces y anfibios habitantes de los montes)
Otra amenaza
La leishmaniasis es una enfermedad mucho más seria que el dengue, chikungunya y zika, y ya se reportan casos en las provincias del nordeste argentino. Esta dolencia es generada por un protozoo (la leishmania) que es trasmitida por un flebótomo (una pequeña mosquita que aspira sangre) la lutzomya, que lo introduce cuando nos pica, la lutzomya habita en bosques tropicales y subtropicales, pero por primera vez se registró su presencia (por la Cátedra de Parasitología de la UNC) en los bosques ubicados al norte de la laguna Mar Chiquita, que hoy se quieren desmontar.
El principal huésped de la leishmaniasis son mamíferos silvestres de los bosques, pero también se alimenta de sangre de perros y humanos, la enfermedad tiene una forma cutánea y otra visceral que es muy grave y puede ocasionar la muerte. Existen programas que intentan frenar el avance de la leishmaniasis controlando la población de perros callejeros en los pueblos y ciudades del centro y norte del país (esto podría explicar las misteriosas matanzas masivas de perros por envenenamiento que se informan periódicamente en pueblos de distintas provincias).
Los vectores trasmisores de numerosas infecciones están generando epidemias al desaparecer su hábitat natural, esta presión ecológica los arroja hacia zonas pobladas donde si logran adaptarse y reproducirse multiplican los casos de enfermos; desmontar los pocos bosques que quedan en Córdoba pueden (muy probablemente) arrojar a las lutzomyas hacia los pueblos y ciudades de la provincia de Córdoba.
Los bosques, los montes, aun los montecitos fachinales de poca altura, son santuarios de biodiversidad que debemos preservar si nos interesa la salud colectiva.-
Córdoba, Diciembre 2016
Dr. Medardo Avila Vazquez (Ex subsecretario de Salud de la Ciudad de Córdoba durante la epidemia de dengue en 2009)
excelente el articulo
Excelente y muy explicito y detallado informe. Pero no sera leído ni compartido por quienes han reemplazado el interés por la salud y el bienestar de todos por sus propios intereses y su amor al Dios Dolar(sobre todo los políticos, que deberían actuar al respecto. A favor del interés común, de la población, por supuesto). Sin embargo se debe seguir en el intento de concientizar a la población para intentar hacer que tomen nota de la realidad que les acecha tanto desde el punto climatologico como sanitario y las consecuencias para sus descendencias y las generaciones futuras.