Miembro fundador de la Red de Médicxs de Pueblos Fumigados de Argentina.
En Octubre pasado falleció, luego de una grave enfermedad, nuestro compañero y colega Roberto Marcer. Médico Psiquiatra, militante permanente por la SALUD COLECTIVA AMBIENTAL, murguero y miembro de la UAC (Union de Asambleas Ciudadanas). Su compañero de luchas sanitarias, sociales y políticas, Nicolás Loyacono, nos escribe unas líneas. Gracias Roberto y hasta la victoria siempre!!!
El gran Roberto Marcer,
Entró en mi vida en el Primer Encuentro de Médicxs DE Pueblos Fumigados, y resalto el “DE” porque es lo primero que me dijo como intimidad: -“CHE! Qué interesante esto de Médicxs de Pueblos Fumigados, lo más interesante es el DE”-, gesticulando con su pulgar + índice en forma de tenaza giratoria una asociación que parecía novedosa; con mi recién recibido título universitario ya varias cosas del hilo parecían sueltas; aparecían en el plano de la salud temas como cuestiones de género y por eso MédicXs, cuestiones de pertenencia territorial, y por esto el DE… y de ahí en más el camino fue ampliando sus carriles, entraron los derechos humanos,, la música, las murgas, las Asambleas Ciudadanas y en cada rincón que mirara sabía que lo iba a encontrar.
Cuántas veces viajé solo a los encuentros sabiendo que Rober estaría con Marta y su equipo de Vicente López compartiendo un mate, una caricia, un atardecer con la humanidad. La única condición para el encuentro era creer y compartir, y con eso los debates se volvieron fiestas de entendimiento y las diferencias el inicio de la sabiduría de la construcción de las bases de la sociedad civil.
Las estrategias de vanguardia eran la atención absoluta, la objetivación de motivaciones comunitarias y personales y esa sonrisa que llevaba desde su casa a las academias, donde muchas veces nos miraban con cierto descreimiento; sin embargo tantos años de trabajar con locos, algo le heredaron de eso y supo embutirlo en sus discursos y miradas camuflando la cordura.
De sur a norte y todo el ancho de nuestro país contó con el compromiso de nuestro compañero Roberto, con su palabra hizo docencia al mejor estilo peregrino de vanguardia y nos comprometió a cada uno a cumplir con su parte, dando el ejemplo y con frases como: “vos seguime, no te voy a defraudar”.
Ya fuera planeando una cruzada por la selva norteña, avistando pájaros en ER o debatiendo cuerpo a cuerpo con entendimiento y altruismo supremo los más álgidos temas de nuestra época, siempre su imponente presencia y expansivo entusiasmo nos invitaron a sumarnos cualquiera fuere el plan, su plan, nuestro plan.
Así es que luego de un tiempo, que no tiene fin, es que con minúsculas palabras deseo expresar el amor que el padre, maestro, compañero y amigo de MUCHOS entre los que me incluyo, sentimos y contagiamos a la humanidad que intentamos despertar a la luz de un futuro más cuerdo con acciones que logren ser plenamente emancipatorias y haciendo la revolución en cada esquina con la palabra del sabio que observa, estudia, entiende, aplica y divulga, empleando las armas del arte que vulnera pechos endurecidos por la alienación y, manifestando, tal como Rober nos enseñó, la alegría de las posibilidades de tener éxito en esta complejidad de caos acumulativo, intentando bajar un poquito la temperatura del planeta empezando en casa, con la participación ciudadana/rural en las decisiones populares.
Y evocando al SubComandante Marcos del EZLN es que les cuento un fragmento de un cuento que no es de hadas sino de héroes anónimos…
Para recordarles a los hombres y mujeres verdaderos que la pelea que no se llueve para aliviar la tierra es inútil, truena y relampaguea en lo más arriba de la montaña.
Fuerte pelean las nubes y se cansan, pero no lloverá hasta que entiendan, como cuando se nació el mundo, que la pelea es por morirse aliviando, en un beso, la Tierra.
Sin nombre, sin rostro, peleando el privilegio de ser alivio siempre del doliente y dolido dolor de la tierra.
Gracias Rober, maestro, amigo, confidente, padre, compañero…
Siempre en nuestras palabras, siempre en nuestras miradas, siempre en nuestras canciones, siempre en nuestros tambores, siempre en nuestros ríos, lagos, bosques, pájaros, insectos, mares, nubes, volcanes…SIEMPRE!!!
Gracias por esta semblanza, fue guía en nuestra vida, lo conocimos elaborando nuestras dificultades. Roberto nos abrió el camino!
Feliz dia, mi querido amigo, donde sea que estes.
Tarde me entero de esto aca, en la lejania. Me pone triste saberte mucho mas lejos de lo que creia.
Te mando un abrazo enorme y te quiero mucho,
Pierre